Un ictus suele ser en la mayor parte de ocasiones el momento en el que nos planteamos contratar ayuda a domicilio para cuidar a papá
En este tipo de situaciones lo más habitual es preguntarse ¿qué pasará cuando le den el alta hospitalaria a papá tras el ictus? Y después del hospital, ¿podrá valerse por sí mismo? ¿Quién le cuidará? ¿Cuántas cuestiones afloran en la mente de los hijos, esposos o esposas, cuando un familiar ha sufrido un infarto cerebral? La situación puede resultar, más o menos benevolente, si el paciente no necesita rehabilitación porque el ataque fue leve o se ha recuperado complemente, en su estancia hospitalaria. Pero, ¿qué ocurre si acaba demasiado incapacitado para participar en casa? ¿Tendremos que contratar ayuda a domicilio?
¿Está preparado para trabajar en la recuperación de su padre?
Como hemos tratado en anteriores artículos, normalmente son los hijos, esposos, esposas quienes suelen hacerse cargo del cuidado de la persona incapacitada. Aunque casi siempre, se deriva el cuidado principal en una sola figura, mientras otros ayudan de vez en cuando.
¿Quién estará a cargo de la responsabilidad de cuidado?
El cuidador principal debe poseer de suficiente disponibilidad horaria para proporcionar un cuidado adecuado, además de conocer con profundidad, las necesidades físicas y emocionales del enfermo dependiente. En muchas ocasiones, los efectos de un ataque cerebral suele provocar dificultades para la realización de tareas o actividades de la vida diaria. Dificultades, que antes eran sencillas, tales como, caminar, hablar o realizar sus actividades diarias.
¿Podrá valerse por sí mismo? ¿Será necesario apoyarnos en un servicio de ayuda a domicilio?
Algunas incapacidades se hacen evidentes inmediatamente después del ataque, pero otras, no se notan hasta que la persona ha regresado a casa y trata de realizar alguna tarea por primera vez. Dado que cada persona que ha tenido un ataque cerebral es diferente, nos encontramos con diferentes necesidades de cuidado, por lo que es importante de planificar con antelación. Planificar el cuidado de una persona que ha sufrido un ictus, implica asegurarse que la persona tome todos los medicamentos recetados y que siga las recomendaciones médicas, animar a la persona a que practique los ejercicios de rehabilitación, encontrar nuevas formas de hacer las cosas, ayudarle en su cuidado y aseo personal, etc.…
Si usted será la persona a cargo del cuidado diario, piense cuidadosamente sobre lo que le espera.
Sin duda, lo quiere mucho y quiere hacer todo lo que puede por él. Pero tanto trabajo puede dejarlo sin fuerzas. Para evitar que eso pase, debe ser realista y reconocer que tal vez necesite pedir ayuda.