¿Cómo adaptar la vivienda para sillas de ruedas?
Es una consecuencia lógica que conforme transcurren los años debamos adaptar la vivienda en función de nuestras necesidades, especialmente para sillas de ruedas. Necesidades que no solo cambian por las limitaciones que nos va imponiendo la edad, sino también de los cambios traumáticos que podamos sufrir tras un accidente.
La adaptación de la vivienda a una persona mayor o a una persona discapacitada, ambos dependientes, es todo un reto.
Los avatares de la vida puede imponer, por circunstancias pasajeras o irreversibles, a verse con la necesidad de enfrentarse con los obstáculos del medio que les rodea. Por tanto, podemos afirmar que cualquier actividad que pueda realizar autónomamente, es una victoria.
Las personas con algún tipo de discapacidad conocen perfectamente cuales son las actividades de la vida diaria que le gustaría solucionar. ¿Es un sueño solventarlas? Evidentemente, no existen cesiones pequeñas cuando la salud es la principal protagonista.
La calidad de vida, en nuestro caso, es una necesidad y a la vez un reto.
Cuando una familia se dispone a adaptar su vivienda lo primero que debe imperar es el sentido común. Sin duda, antes de asumir el reto de iniciar grandes obras, conviene pensar en las características de la vivienda y del grado de pérdida de autonomía, así como del tipo de incapacidad de quien la habita.
Debemos partir de la premisa que para vivir en una casa con verdadera autonomía las personas deben moverse libremente por la vivienda y por consiguiente son los entornos los que deben adaptarse a las personas.
Hacernos un estudio de los cambios que podíamos hacer para adaptarla a nuestras circunstancias, teniendo en cuenta, además, la evolución de la enfermedad.
Las adaptaciones de la vivienda pasan por; la instalación eléctrica, suelos, organización del mobiliario para facilitar los movimientos, adaptación de baños, etc.
En Domukea creamos soluciones innovadoras partiendo de un análisis previo de la usabilidad y las necesidades pretendidas por las personas. Para ello, hay que ser especialista en los distintos tipos de discapacidad y manejar las últimas tecnologías.