¿Necesita una persona que atienda y vigile a su madre? ¿Conoce nuestros servicios de cuidado de personas mayores que padecen la enfermedad del Alzheimer?
Todo empezó hace tres años cuando la evaluación del médico evidenció sus peores temores: su madre tiene Alzheimer. ¿Conoce nuestros servicios de cuidado de personas mayores que padecen la enfermedad del Alzheimer?
Hasta entonces vivía sola; completamente autónoma. Era responsable de prepararse la comida y la llamaba diariamente para hablar de asuntos triviales.
La última operación de cadera provocó una pérdida de sus facultades físicas y observa a su madre con enormes dificultades para desplazarse por la casa.
Los médicos dicen que se recuperará, pero no quieren que siga sola.
Conseguir discernir, en un estado de tensión y nerviosismo, la persona apropiada y de confianza para atender a un familiar, puede provocar reacciones desmesuradas a la hora de conciliar con el resto de la familia.
Debemos previamente estimar el tipo de ayuda necesario y conocer qué es lo desea que se haga.
Necesitar que alguien le sustituya algunos ratos para que usted pueda ocuparse de otros asuntos domésticos, familiares o personales.
La decisión de institucionalizar a un enfermo de alzheimer debe tomarla la familia, dependiendo de las características del núcleo familiar y de la posición del enfermo en el mismo. Como norma es recomendable ingresar al paciente en un centro asistencial:
- Cuando la presión sobre la familia se haga irresistible.
- Cuando la presencia del enfermo dificulte la relación familiar y la convivencia con generaciones más jóvenes.
- Cuando la atención del enfermo suponga la renuncia a un estatus laboral o a una actividad remunerada.
- Cuando el núcleo familiar esté formado por sólo dos miembros, y al "sano" ,pero normalmente también entrado en edad, le corresponda el mantenimiento del hogar y no tenga capacidad suficiente o en situaciones de emergencia donde la manejabilidad el enfermo se haga conflictiva.
Llegado cierto punto la mayoría de familias buscan ayuda de fuera para obtener información, tomar decisiones y planear el cuidado a largo plazo del miembro de la familia afectado de demencia. Todos los miembros de la familia deberían tomar parte en la decisión de solicitar ayuda externa, aunque cuando es así, no es inusual que surjan diferencias de opinión al respecto.