“Estoy un poco preocupado por tu memoria, mamá; no dejas de olvidar lo que te dicen"
"Hijo, ¿dónde están las llaves?" Este puede ser el pegadizo estribillo de una canción conocida por todos, pero también podría ser la pregunta desesperada que muchas madres desorientadas lanzan al aire una y otra vez a causa de la falta de memoria.
La primera causa de pérdida de memoria es la falta de atención.
La verdad es siempre ha sido algo despistada, pero últimamente, no presta atención a las cosas cotidianas de la vida, como seguir una conversación, o saber dónde deja las cosas. ¿Se tratará de un problema asociado al envejecimiento o será el estrés?
¿Existe algún problema en casa que preocupe a su madre especialmente?
La mente borra los recuerdos no importantes frente a aquellos representan un hecho relevante en la vida del individuo. Esto quiere decir que, siempre olvidamos lo que no es importante para uno, y sí para el otro miembro de la familia. Cuando debemos enfrentarnos ante un caso de posible pérdida de memoria, debemos preguntarnos si existe algún problema importante para nuestra madre en casa que le preocupe especialmente.
En ocasiones pasan desapercibidos por el entorno familiar, ya que pueden confundirse con cambios asociados simplemente al envejecimiento.
En cualquier caso, si se ha hecho alguna vez esta pregunta, se sentirá preocupado ante la posibilidad de una perdida cognitiva propia de la demencia. Aunque la pérdida de: memoria, atención, u orientación, suelen marcar los primeros síntomas de la demencia, existen ideas equivocados sobre lo que es “normal” y lo que no en la vejez, pudiendo llevar a que la sintomatología propia de la demencia pase desapercibida.
Yo le decía que no sería nada de eso: “anda ya, mamá, ¿cómo vas a tener eso?” Lo era, pero nunca se lo dije.
Debemos comprender que existe una gran diferencia entre desarrollar un proceso de demencia y olvidar asuntos por no prestar la debida antelación. ¿Cómo diferenciarla? Si los síntomas se han estado desarrollando gradualmente con el tiempo, es más probable que estén relacionados con una demencia, como la enfermedad de Alzheimer.
Puede ser que su madre se resista a ir al médico. Si este es el caso, puede explicarle que es el momento de un chequeo anual.
Si nos encontramos en la situación de llegar a plantearnos cosas como “últimamente no conozco a mi madre” o “cómo ha cambiado mi padre en los últimos meses”, no debemos dudar en pedir una opinión profesional acerca de esos cambios.