¿Somos cuidadores de ancianos y/o enfermos? ¿Nos preocupamos lo suficiente por nuestra salud y bienestar?
Algunos vivimos por y para los demás. Son muchos los familiares y cuidadores que dan todo su tiempo al cuidado del enfermo o del anciano, y se olvidan prácticamente de sí mismos. El estrés, la sobrecarga de trabajo y la presión emocional que sienten muchos cuidadores los conducen hacia situaciones de depresión y ansiedad que, muchas veces, cuesta resolver. ¿Nos preocupamos lo suficiente por nosotros mismos cuando cuidamos de una persona dependiente? ¿Cómo notar si un cuidador está sobrecargado? ¿Cómo podemos ayudarlo? ¿Cómo pedir ayuda profesional, un servicio de asistencia domiciliaria en Bilbao y otros municipios de Vizcaya?
Para cuidar, primero hay que cuidarse
Si bien para poder amar a otros debemos antes poder amarnos a nosotros mismos, con el cuidado de ancianos o personas dependientes ocurre algo similar: para poder ocuparnos de ellos, tenemos que cuidar de nosotros mismos y asegurarnos una buena salud. Si no, no atenderemos correctamente a la persona que tenemos a nuestro cargo, y alargaremos la situación hasta límites peligrosos para nosotros y para los que nos rodean. Por ello, debemos fijarnos muy bien en nuestra propia conducta y en la de otros cuidadores para poder ayudarnos y ayudarlos. Lo primero que debemos hacer es pensar en si el tiempo que trabajamos es demasiado, y en si deberíamos pedir un apoyo externo para la asistencia domiciliaria. Debemos admitir que una sola persona no puede con todo, y dejar de culparnos.
¿Cómo darnos cuenta de que sufrimos una sobrecarga emocional y/o física?
En cuanto a las relaciones familiares y sociales, debemos pensar en si seguimos manteniendo, aunque no todos, algunos de los hábitos que teníamos cuando no éramos cuidadores. Es importante, por tanto, no cortar los lazos con los demás. Si sentimos que ya no nos apetece hacer cosas que antes solíamos hacer, si nos notamos cansados y sin motivación, es una clara señal de sobrecarga. Respecto a las señales físicas y psíquicas, la pérdida del apetito, el insomnio, los dolores musculares, la pérdida del cabello, los cambios bruscos de humor, la pérdida de memoria y la dificultad para concentrarse son algunos de los síntomas que los cuidadores sobrecargados suelen sufrir. Estemos atentos a estas señales, tanto en nosotros mismos como en el cuidador que nos ofrece una ayuda con la asistencia domiciliaria.
Asistencia domiciliaria en Bilbao y Getxo (Vizcaya)
En Domukea, empresa de asistencia domiciliaria en Bilbao, Getxo y alrededores, profesionales en el sector geriátrico se encargan de echarte una mano con el cuidado de tu familiar o paciente. Tanto si necesitas una ayuda a domicilio de forma interna, como de forma externa, nuestras empleadas del hogar podrán encargarse del servicio doméstico y del cuidado de tus mayores, con el fin de ofrecerte un respiro en tu vida diaria. Contacta con nosotros y cuéntanos tu caso, para que podamos ofrecerte una atención lo más personalizada posible, dedicada a ti y a los tuyos.