Servicio de ayuda domiciliaria para enfermos de cáncer: “Cuando muera mi madre por culpa del cáncer, no quiero que mi padre se encuentre solo en casa”
Cuando a un miembro de la familia se le diagnostica un cáncer; todo cambia para siempre. Emociones, enojos, miedos y hasta desesperanzas, experimentadas no solo por los pacientes, sino también por el resto de los miembros de la familia, afloran al enterarse del diagnostico. La mayoría de las personas pueden manejar la noticia de que tienen cáncer, pero cada persona necesita tiempo para ajustarse y comprender qué significa el diagnóstico para ellos. Un servicio de ayuda domiciliaria suele ser una opción inevitable en muchos casos.
El cáncer nos obliga a aceptar el hecho de que no controlamos nuestras vidas tanto como pensamos
Algunas veces, cuando los familiares son los primeros en enterarse del diagnostico, intentan esconder sus emociones por temor a preocupar al enfermo. Esta ocultación puede interpretarse como una posible falta de interés, aunque todo se aclarará cuando el paciente con cáncer descubra el temido secreto. Evidentemente, en estos casos es más difícil enfrentarse a la parte emocional que a la parte física.
“Estaré, aquí, a tu lado, sosteniendo tu mano, para que puedas “irte” en paz
Las familias que deben enfrentarse al cáncer, se ven obligadas a estar constantemente, al lado del paciente, sobre todo en las fases finales. Familias, que padecen graves depresiones y trastornos de ansiedad derivados de estos cuidados. ¿Quién podría ayudarnos en estos momentos tan duros? ¿Quién podría apoyar a mi padre que siempre vela por nuestra madre?
El jefe de la familia ahora podría depender más de otros miembros de la familia.
Existe una diferencia entre hacer, y hacer demasiado. Sin lugar a dudas, es complicado que un cónyuge, reconozca sus propios límites para estos casos y descanse cuando sea necesario. Incluso puede suceder que traten a la persona con cáncer como si fuera un inválido aunque esté completamente bien para valerse por sí sola. Aunque también, a veces, es la propia persona con cáncer quien no querrá ayuda en cosas como bañarse o vestirse.
Los familiares deben evaluar las limitaciones de la paciente y buscar ayuda cuando sea necesaria.
Nunca es fácil enfrentarse a estas situaciones, y menos cuando la enfermedad, se encuentra en su etapa final. Si necesita aliviar el estrés y ansiedad, siempre puede apoyarse en una empresa de ayuda domiciliaria. En Domukea contamos con personal cualificado que puede ser contratado por horas de manera temporal.