¿Has oído hablar del síndrome del ocaso o, directamente, lo sufres día a día con algún miembro de la familia? ¿Necesitas ayuda a domicilio en Bilbao para cuidar de tus mayores?
Sundowning, síndrome del ocaso, síndrome de la puesta de sol, síndrome del atardecer, síndrome vespertino, agitación vespertina, síndrome crepuscular, síndrome del anochecer… ¿Alguna vez hemos oído hablar de alguno de estos problemas? Podemos llamarlo como queramos, pero se trata del mismo síndrome con diferentes denominaciones, y en diferentes personas. Con esto queremos decir que, efectivamente, a cada persona le afecta de una manera en concreto, y no todas presentan los mismos síntomas y la misma graduación, pero el síndrome del ocaso provoca situaciones comunes en muchas familias con personas mayores con demencia u otras enfermedades que producen alteraciones cognitivas. Si cuidamos de nuestra madre durante el día, es difícil poder cuidarla por la noche, y viceversa. ¿Y si buscáramos una empresa de ayuda a domicilio en Bilbao para consultar nuestro problema? ¿Estarán especializados en estos casos? En el caso de Domukea, no solo te ofrece servicios profesionales de la mano de especialistas en el cuidado de ancianos en Vizcaya, sino que también te explica el porqué del síndrome del ocaso y algunas soluciones posibles para mejorar el día a día de toda la familia.
El reloj biológico cuando llega la hora de dormir
El reloj biológico no tiene agujas, sino que se encuentra situado en el hipotálamo cerebral y constituye un centro neuronal muy importante que influye enormemente en la calidad de vida de las personas. A pesar de no tener agujas ni ser tan preciso, se encarga de regular nuestro sueño acorde con las horas a las que los humanos nos hemos acostumbrado a vivir. Así, una vez acostumbrado, el reloj biológico hace que el cuerpo pueda descansar cuando se acerca la noche, y lo despierta, al igual que un despertador, cuando la luz del día entra por la ventana.
Algunas consecuencias de las alteraciones cognitivas
Pero si una persona presenta alteraciones cognitivas, éstas fácilmente pueden trastocar el reloj biológico, y éste dejar de mandar las señales necesarias para que el cuerpo sepa cuándo dormir y cuándo no. Por lo tanto, el reloj biológico deja de regular los ciclos del sueño. Las personas con demencia, provocada por la edad o por enfermedades similares al Alzheimer, carecen del aviso natural que el reloj biológico envía al cuerpo. Esta señal es producida gracias a una hormona llamada melatonina, segregada por la glándula pineal, comúnmente afectada en los ancianos con alteraciones cognitivas como la demencia.
Sundowning o síndrome del ocaso: un problema que afecta a muchas personas mayores con demencia
En consecuencia, son muchas las personas mayores y/o con alteraciones cognitivas las que sufren el síndrome del ocaso, comúnmente diagnosticado cuando coinciden ciertas actitudes y situaciones que dificultan el descanso de la persona afectada durante las horas de sueño. Al caer la noche, los síntomas del sundowning salen, paradójicamente, a la luz. Los problemas que pueden ocasionar estos síntomas, que veremos a continuación, pueden afectar gravemente a la salud de nuestro familiar, y también, en consecuencia, a la salud de sus cuidadores si no se toman las medidas necesarias. ¿Cuáles son las situaciones más comunes en las familias con algún miembro que sufre el síndrome del ocaso?
Miedo, ansiedad, irritabilidad, ira, apatía y depresión
Muchas personas que sufren el síndrome del ocaso pueden experimentar miedo y ansiedad, en consecuencia de la desorientación que les hace olvidar si se encuentran en un lugar seguro; irritabilidad, ira y apatía, problemas que afectan directamente al trato con el resto de la familia, por lo que puede ser muy doloroso si ésta no está realmente preparada para soportar la situación desde una posición objetiva y despersonalizada (tendremos que aprender a tratar los ataques de ira desde un punto de vista más profesional); y depresión, lo que puede derivar en un grave problema anímico en el caso del familiar enfermo y, por supuesto, afectando también a la salud del resto de los familiares. Independientemente de los síntomas, resulta evidente la necesidad de realizar un ejercicio de mentalización y de pedir ayuda profesional para sobrellevar este tipo de situaciones si se dan de forma continuada.
Cuando nuestro familiar sufre episodios violentos
Derivados de todos estos sentimientos que se producen en nuestro familiar con demencia, la convivencia y el cuidado puede volverse aún más complicado si se dan episodios violentos. Muchas familias necesitan ayuda externapara poder inmovilizar, sin causar daños, al familiar que ha perdido el control de su fuerza. Los episodios violentos no son los más comunes en pacientes con Alzheimer, pero pueden llegar a darse en la etapa grave de la enfermedad y, sobre todo, en momentos de desorientación, cuando la rutina se descompone o, simplemente, falta una pieza del puzle de su día a día. En este sentido, el anochecer es uno de los momentos peligrosos para este tipo de conductas.
Somnolencia diurna: otra de las numerosas consecuencias
Otra consecuencia, bastante evidente, es la somnolencia diurna, es decir, la sensación de sueño que se sufre durante el resto del día. Esto puede llevar a afectar también a la salud de nuestro familiar, ya que es conveniente que salgamos con él a la calle para que le dé el aire y la luz natural. Si, por el contrario, no conseguimos despertarlo o no logramos que pueda absorber la energía diurna, estaremos ayudando a que los síntomas del síndrome del ocaso sigan apareciendo. Por ello, es importante aprovechar los días más lúcidos de nuestro familiar para implantarle una nueva rutina más activa en la cual realice algún ejercicio físico, si sus condiciones se lo permiten, para que pueda cansarse con mayor facilidad. Los ejercicios mentales y las manualidades también son importantes y favorecen la estimulación cognitiva, aspecto muy importante en el día a día de los enfermos de Alzheimer o similares.
Las conductas deambulatorias, paranoia y alucinaciones
Otra de las situaciones comunes que suelen darse en los ancianos con demencia son las conductas deambulatorias. Es decir, puede que nuestro familiar tienda a levantarse de la cama a dar paseos por la casa, y esto en el menor de los casos, ya que muchas personas que se encuentran en condiciones físicas estables suelen incluso buscar la manera de salir de casa, y muchas veces lo consiguen. Si no salen, pueden poner en peligro su salud y la del resto de la familia si encienden aparatos electrónicos o similares. Muchas de estas conductas se dan a raíz de momentos de paranoia y alucinaciones provocadas por el cambio de luz y la oscuridad.
Vigilancia y acompañamiento nocturno gracias a la ayuda a domicilio
¿Cómo prevenir este tipo de situaciones en las que nuestros familiares pueden poner en grave peligro su salud y la de los que viven con él? A veces, no queda otra que hacer turnos para acompañar y vigilar por la noche a nuestro familiar. Pero no todas las familias pueden ofrecerle tal atención al paciente, por lo que se ven obligadas a recurrir a una ayuda a domicilio. Si trabajan de día, no pueden encargarse de su familiar por la noche, mucho menos cuando los miembros de la familia son un número reducido, incluso cuando es únicamente una persona la cuidadora. Contratar un servicio de ayuda a domicilio puede ser una salvación para preservar la seguridad de nuestros mayores.
Las autolesiones provocadas por los movimientos continuados
Las conductas deambulatorias no son el único motivo por el que contratar un profesional en el cuidado de ancianosque pueda vigilarlo por la noche, sino que muchas personas, en consecuencia de la agitación y el nerviosismo, suelen realizar movimientos continuados y repetitivos o suelen agarrar los objetos que encuentran alrededor fuertemente, incluso su propio cuerpo. Este tipo de actitud suele acarrear problemas de autolesión, bien por el rozamiento, que puede desencadenar un problema de aparición de escaras, bien por los golpes o el exceso de fuerza, que puede provocar heridas en el cuerpo del paciente.
Ayudas técnicas para pacientes movidos
En estos casos, al igual que en las personas que suelen sufrir episodios violentos, no suele ser suficiente con contratar una persona que se encargue de vigilar por la noche. Así, suele ser necesario el empleo de ayudas técnicas o productos de apoyo para salvaguardar la salud del paciente y la de los que lo rodean. Entre todas las ayudas técnicas, podemos necesitar cojines y cuñas posturales para evitar las escaras, manoplas de protección para evitar las lesiones producidas con las manos, o incuso sistemas de sujeción que permitan cierto movimiento a nuestro familiar, pero que aseguren que no se van a bajar de la cama.
Soluciones al anochecer: promover la relajación y la activación gradual
Además de las ayudas técnicas y de la vigilancia y el acompañamiento que puedan tranquilizar y dar seguridad a nuestro familiar, existen algunos trucos que pueden ayudarnos a hacer frente a los síntomas del síndrome del ocaso. Es importante que juguemos con los cambios graduales, y que evitemos a toda costa los cambios bruscos de ruido y de luz. Por ello, podemos conseguir una luz que se encienda y se apague de forma gradual, e ir bajando la intensidad a medida que va llegando la noche. Lo mismo con el ruido: evitar la televisión y las conversaciones ayudará a que nuestro familiar identifique el anochecer con la hora de dormir. Durante el día, no encendamos la luz de repente, dejemos que la luz del día le ayude a despertarse poco a poco, o encendámosla de forma gradual.
Ayuda a domicilio en Bilbao y Getxo (Vizcaya)
En Domukea, empresa de ayuda a domicilio en Bilbao y Getxo (Vizcaya), te ayudamos a que, poco a poco, tus familiares y tú podáis vivir con tranquilidad, preservando la seguridad y el bienestar de tu familiar con demencia. Cuéntanos tu situación, y te ofrecemos el mejor servicio de asistencia domiciliaria adecuado a tus necesidades.