¿Cómo gestionar las conductas difíciles después de un accidente cerebral?
Para quien cuida a un enfermo que ha sufrido un accidente cerebrovascular es algo habitual saber cómo enfrentar las conductas difíciles ya que no es ninguna novedad que la persona a quien cuida de pronto reaccione de manera adversa ante cualquier circunstancia por más mínima que sea. En algunos casos se comportan de manera que pueden hacer la vida desagradable para las personas que les rodean.
Muchas veces no tienen una explicación lógica para nosotros
Tras un derrame cerebral el afectado puede parecer otra persona a consecuencia de los daños que sufre el cerebro. Los cuidadores de personas que han sufrido y sobrevivido a accidentes cerebrovasculares, describen al afectado como una persona impaciente y fácilmente irritable.
Tal vez, hayamos querido ayudarles a hacer algo, o les hayamos dicho que ciertas cosas no están bien, no obstante, ellos toman todo esto como una severa crítica o incluso hasta una agresión hacia su persona.
La conducta impulsiva, la frustración y la ira. Estas conductas, a su vez, pueden llevar a la agresividad.
Muchas conductas no tienen una explicación lógica para nosotros; sin embargo, se presentan. La persona podrá gritar, golpear, manosear, maldecir. En pocas palabras: reaccionan violentamente.
Todas estas conductas son frecuentes tras un derrame cerebral y podrán persistir o desaparecer con el tiempo. No es nada fácil afrontar los cambios de conducta de un ser querido. La mejor forma de enfrentar estas dificultades consiste en desplegar la creatividad, la flexibilidad, la paciencia y la compasión. También es importante que no nos sintamos aludidos personalmente y que mantengamos el sentido del humor.
Se puede hablar de su comportamiento cuando ambos hayan calmado
Use la distracción y técnicas relajantes. A veces, la mejor manera de lidiar ante una reacción catastrófica es distraerlo con una actividad relajante; como ver un programa favorito de televisión, o escuchar música suave.
La técnica de distracción con el televisor encendido puede resultar contraproducente cuando un enfermo está tratando de vestirse. En estos casos, los problemas de concentración pueden obligarnos a eliminar el ruido de fondo para evitar posibles cuadros de frustración. Enfrentarse a tales tipos de conducta puede ser muy difícil y la única manera de enfrentarla es por medio del ensayo y el error.