Encontrar el diálogo entre padres e hijos y en el cuidado de ancianos
Su madre falleció hace poco más de un año, y desde entonces, ha estado posponiendo el planteamiento a su padre de determinados temas. Es consciente de que su padre está haciéndose mayor lo que representa una dificultad. Actualmente, se encuentra bastante encerrado en su mundo, no atiende demasiado a lo que se le dice y se le olvidan ciertas cosas. ¿Y si contáramos con un servicio de cuidado de ancianos?
¿Cómo iniciar una conversación sin que se sienta atacado?
Su padre es una persona mayor y aunque pueda parecer un niño, no puede tratarle como tal. No quiere que pierda los nervios, pero: ¿cómo puede empezar un dialogo?
Para recuperar la confianza entre un padre anciano y un hijo debemos aprender a hablar de nuevo con ellos. Las ordenes sobran cuando queremos entablar un autentico dialogo y por ello debemos abordar los temas con autoridad, pero ofreciendo un nivel de compresión abierto y cariñoso.
No se debe silenciar las noticias que pueden causar inquietud.
Para romper la actual conversación “edulcorada” debemos olvidarnos de hablarles como los niños. Si debe afrontar un tema espinoso, háblelo lo antes posible, pero siempre, procurando comprender el contexto de la situación.
Cuando sobreviene la crisis, que siempre han de llegar, es indispensable intercambiar posiciones equilibradas para mantener el respeto mutuo.
«No puedes quedarte aquí; la casa no está preparada, es peligrosa»
Si debemos afrontar el cambio de domicilio por peligroso o por no encontrarse adaptado a la nueva situación hemos de evitar frases impositivas y autoritarias que puedan provocar reacciones controvertidas. No olvidemos que si herimos los sentimientos de una persona anciana, podemos obtener respuestas rotundamente negativas.
«Tengo miedo de que te pase cualquier cosa y de no poder intervenir con rapidez»
Recurriendo a frases argumentadas en base a datos objetivos expuestos de forma cariñosa conseguimos mantener abierta la puerta al dialogo.
Por último, no olvidemos que las personas mayores nacieron en un contexto social en donde los “viejos” convivían con las familias de forma respetuosa y esta desestructuración social les resulta cuanto menos chocante.
Si al final no consigue su objetivo, entonces. “Pida ayuda”.