Los síntomas que evidencian el Alzheimer pueden darnos una pista pero es una enfermedad que no afecta a todos de la misma manera
Puede que su madre se haya vuelto olvidadiza. O que se desoriente con facilidad; e incluso que experimente cambios inusuales de humor y emociones. Si bien, durante la primera etapa de la enfermedad de Alzheimer, los ancianos suelen mostrar una pérdida mínima de memoria, que en ocasiones no es detectada por los médicos, también pueden evidenciar signos de depresión u otras afecciones tratables.
Habrá fluctuaciones, incluso a diario, y superposición de los síntomas
Es importante recordar que no todas las personas que sufren Alzheimer experimentan los mismos síntomas, ni tampoco la enfermedad avanza al mismo ritmo. Por lo que algunas personas experimentarán síntomas evidentes, mientras otras, no se evidencian con claridad. Pero lo que es indudable, es el progreso inexorable de la enfermedad, que se desarrollará lentamente mostrando una sintomatología que empeorara con el paso de los años.
Las personas con Alzheimer viven de 8 a 10 años después del diagnóstico, pero esta enfermedad terminal puede durar hasta por 20 años
En las primeras etapas de la enfermedad suelen aparecer problemas con la memoria a corto plazo, desorientación espacial, cambios repentinos de personalidad; todos cambios, que pueden ser provocados por el propio envejecimiento, o pueden ser las primeras señales del Alzheimer.
Sin embargo, estos problemas no son evidentes durante los exámenes médicos, ni tampoco resultan aparentes para los amigos, familiares o compañeros de trabajo.
Olvidar información que se acaba de asimilar, olvidar fechas importantes, preguntar lo mismo varias veces
Pasado esta etapa, la enfermedad se va desarrollando, y el enfermo se muestra cada vez más dependiente, aunque sigue siendo capaz de realizar tareas rutinarias, pero puede necesitar la ayuda con actividades más complicadas. Tengamos siempre presente que el Alzheimer es una enfermedad mental que empeora con el tiempo, provocando un lento declive en la memoria y en la capacidad de pensar y razonar.
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No obstante, es difícil saber en qué fase exacta se encuentra un enfermo de Alzheimer, pues las etapas pueden coincidir en el tiempo. Además, los cambios que se experimenten variarán de un paciente a otro y lo harán a ritmos diferentes.