¿La empleada interna que cuida a su madre no para de quejarse de “cómo han cambiado las cosas”?
¿Cómo reaccionaría si su jefe no para de cargarle con nuevos cometidos, o nuevas responsabilidades, pagándole lo mismo? Supongo que todo el mundo puede realizar un pequeño esfuerzo si se trata de superar una situación temporal. Por contra, a nadie le gusta que le añadan más cometidos si estos van a ser permanentes por el mismo salario.
Incluso, la Ley de Dependencia estable 3 tipologías de dependencia, en función de su grado o nivel.
No solo la Ley de la Dependencia, sino también las residencias tienen establecidos distintos baremos para personas mayores válidas que necesitan pocas atenciones y para asistidos, como centros de atención especializada, en previsión de una pérdida de autonomía funcional o cognitiva del anciano.
Cada vez los ancianos son más longevos, y cada vez se atienden más patologías y menos asociadas a la ancianidad.
Cuando las familias ven necesario contratar los servicios de una empleada interna que realice, en un principio tareas domésticas y de acompañamiento del anciano bajo unas condiciones económicas acordadas, deben prever que la situación asistencial ira evolucionando paulatinamente en función del grado de dependencia que vaya desarrollando el anciano.
“¿Y si vuelve a empeorar? ¿También lo tengo que hacer yo sola?”
Esto significa que el escenario de trabajo irá cambiando progresivamente, aumentando la intensidad de carga de trabajo del empleado interno. Es entonces, cuando la familia debe enfrentarse a un nuevo dilema. O bien, aumentar el número de personas que realicen el cuidado del anciano; o recompensar a la empleada interna aumentando su retribución salarial.
Empresa de Bilbao especializada en el cuidado de ancianos por horas
Si tratásemos de hacer caso omiso a las observaciones que realiza la empleada interna, podríamos, por lo menos durante un tiempo, mantener la misma persona interna realizando dicha labor, aunque al final, acabaríamos provocando un empeoramiento incontrolado de la situación al degenerar en, posibles bajas por accidente laboral, o abandono sin previo aviso del empleado. ¿Ha pasado algo parecido en su casa? ¿Sí? Pues si no quiere que vuelva a producirse sea consciente de la evolución que sufre su familiar y gestiónela con la debida antelación.
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Alternativas hay muchas; que ofrezcan seguridad y respondan a tiempo es otra cuestión. Domukea contamos con amplia experiencia en resolver situaciones urgentes en la selección de personal para servicios del hogar.