¿Necesita que le planchen la ropa? Cuente con un servicio de plancha a domicilio
Los días se alargan; claro indicio, de que nos adentramos en la estación estival. Las tardes cálidas y luminosas nos permiten regocijarnos con el beneplácito de nuestros hijos. Estos, gentilmente, pululan de una esquina a otra por toda la casa. Juguetes en el pasillo, ropa amontonada, gritos fugaces nos hace preguntarnos por qué razón los colegios acaban tan pronto. Necesitamos un servicio de limpieza y de plancha a domicilio.
¿Cómo dices? ¿Qué te vas? ¿Cuándo?
Atrás quedaron los días en los que los niños encontrándose en el colegio nos permitía descansar tranquilamente después de la comida. Es entonces cuando pensamos qué más podría ocurrir para complicar la ya de por si ruidosa situación. ¡Señora, le recuerdo que la semana que viene comienzo mis vacaciones!
¿Cómo dices? ¿Qué te vas? ¿Cuándo? Son las expresiones que emanan innatamente desde lo más íntimo de nuestra mente para mostrar nuestra perplejidad. Pero, ¿Ya ha pasado un año?
Sé lo que hiciste el último verano
Las merecidas vacaciones de su empleada doméstica van a provocar un nuevo desajuste en las alteradas vacaciones de sus hijos. El año pasado intentó, armándose de valor, soportar toda la carga de trabajo, para mostrarse así misma su capacidad para afrontar los hechos.
La experiencia fue superada pero a qué coste: discusiones con los niños, con sus padres, con su marido, con el perro, etc. Nadie ayudaba; los niños eran pequeños y tampoco podían. Su marido siempre venía cansado, provocando una pequeña crisis. La prueba demostró que si queremos podemos, pero a qué coste. Fue entonces cuando juro no volver a pasar por semejante trago.
Los clientes de Domukea solo necesitan realizar una llamada para que se les envíe un servicio de planchado de ropa a su propio domicilio. ¡Olvídese de planchar! Nuestro personal se encargará de hacerlo por usted. Los servicios pueden ser puntuales sustituyendo a su empleada de hogar durante sus vacaciones, o bien continuados donde le sustituiremos nuestra empleada.