¿Necesita empleada de hogar de confianza porque a la suya le ha llegado la jubilación?
La vida pasa rápidamente aunque solo nos percatamos de su celeridad cuando suceden acontecimientos relevantes. Sucesos que quedan marcados en nuestra memoria al provocar, un antes y un después: nuestro hijo se va de casa, bodas y porque no, cuando nuestra asistenta anuncia su jubilación después de 14 años. ¿Tanto tiempo ha pasado ya, Carmen?
Deje que nos ocupemos de sus tareas y disfrute de su tiempo
Nos alegramos del acontecimiento y más aún cuando sabemos que tal vez sea una de las pocas asistentas que después de trabajar en el servicio doméstico cumpla los requisitos exigidos por el nuevo Régimen Especial de Empleados de Hogar.
En cualquier caso, el servicio doméstico tiene la posibilidad de acceder a la jubilación, si bien, la gran mayoría cuenta con aportes insuficientes, puesto que sus empleadores les han inscrito en forma tardía. No hay que olvidar que muchas de las mujeres que han trabajado en el servicio doméstico, lo han hecho bajo la economía sumergida y sin haber cotizado a la seguridad social.
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La jubilación es un momento difícil en la vida de las empleadas de hogar que requiere movilizar energías psicológicas, sociales y familiares. Las personas en esta situación no saben muy bien cuál es el lugar que les corresponde en la sociedad, pues no les reconoce un rol específico, originándoles una crisis en su identidad.
Como acontece en la naturaleza, “después de la tormenta, viene la calma”, momento propicio para pensar. Es entonces cuando nos percatamos que debemos resolver un dilema: “¿a quién metemos en casa después de tanto tiempo?”
¿Necesita una empleada de hogar y no sabe cómo comenzar a buscar?
En Domukea le facilitamos el camino. Contamos con una importante experiencia en la selección de personal para servicio doméstico y le podemos ayudar en todos los pasos para que no tenga que preocuparse de nada.